Con este número celebramos el
primer aniversario de ARIADNA. Un año extraordinario para cuántos hacemos posible la
edición de la revista. Extraordinarios han sido los trabajos de los colaboradores,
extraordinaria también fue la noticia de la Asociación de Usuarios de Internet cuando
seleccionó a ARIADNA como finalista para la mejor Página Personal en Internet99;
extraordinarios los amigos que hemos conocido a lo largo del camino, y lo más
extraordinario de todo, es que éste proyecto nos ha hecho, a pesar del tiempo, un año
más jóvenes.
Por éstas páginas han pasado
músicos con sus pentagramas llenos de sueños, pintores que invitaron a merendar una
tarde a Venecia, pintores que le han arrancado un ángel a la montaña más temible, y
poetas, poetas de todos los rincones. Poetas que viajan con un diccionario bajo el brazo y
nos detallan los días y las noches, poetas para los que los colores de la memoria son
niebla y carne quemada, que sólo escriben en servilletas de papel y sueñan a mediodía.
Poetas que habitados sólo de frontera nos ofrecen a los demás el don de no hallar
límites, y encantadores de serpientes. Fabuladores de borrosas geografías, embajadores
con un máster en economía y otro en desaliento. En fin, una caterva de trileros de
quimeras y palabras.
Gracias a todos por haber hecho
realidad este sueño, y por haber logrado el extraordinario prodigio de la magia y del
rejuvenecimiento.
Antonio Polo ariadna Verano
1999