Las jaimas estaban
levantadas en las inmediaciones de la ciudad santa de Smara,
en la cuenca de Saguin el Hamra, junto al río Tasua.
La familia vivía de los rebaños y cabras que
poseía. Allí, en el 58, vino al mundo Mariem
Hassan, la tercera de un total de diez hermanos.
No era una familia de igawen (griots), aunque en su seno
se practicaba la música en privado. El padre tenía
buena voz, pero era por la parte de la madre donde el arte
brillaba con más fuerza. La tía Zaina gozaba
de una cierta fama como cantante y bailarina, el tío
Bushad era poeta reconocido y la propia madre cantaba en
pequeñas fiestas que se solían organizar con
motivo de nacimientos, bodas, alrededor de la fiesta de
Ramadán o, simplemente, cuando aparecía algún
amigo del que hacía mucho tiempo no se tenía
noticia. De entre los hermanos, hay que señalar a
Boika Hassan, un buen guitarrista, y a Mohamed Salem, poeta.
Mariem empezó a cantar desde muy joven, cuando aún
el Sahara se llamaba español. Lo hacía en
pequeñas fiestas o reuniones y ya entonces, de un
modo semi clandestino, entonaba canciones del Frente Polisario.
Era algo muy natural. Aunque dos hermanos mayores servían
en el ejército de España, la familia y su
entorno respiraba el ansia de libertad que había
llevado a toda África a independizarse de sus antiguas
metrópolis.
Mariem tenía diecisiete años cuando la Marcha
Verde. Los dos hermanos militares tenían coches,
y con ellos trasladaron a la familia al enclave de Mjeriz,
próximo a Tifariti, primera etapa del éxodo.
Desde allí saldrían para Argelia, hacia un
lugar de la inhóspita Hamada. Su campamento es conocido
como Smara, en memoria de la ciudad que dejaron atrás
la mayoría de sus pobladores.
Allí ha pasado veintiséis años Mariem
Hassan; allí han nacido sus cinco hijos. Hoy, uno
de ellos estudia en Cuba, otra en Argel, un tercero está
acogido por una familia española en Granada y los
dos más pequeños siguen en el campamento.
Su marido Bachir trabaja en España desde no hace
mucho.
Los cuatro grandes campamentos se organizaron a modo de
las cuatro wilayas -provincias- del Sahara Occidental: Smara,
El Aaiun, Auserd y Dajla. Cada wilaya se dividía
en dairas -distritos- y éstos, a su vez, en barrios.
En cada una de estas poblaciones, un grupo de música
se encargaba, y se sigue encargando, de velar por la cultura
tradicional.
El Frente Polisario enseguida consideró la importancia
de tener un conjunto musical estable, con una clara conciencia
política, como una pieza importante en su entramado
propagandístico internacional. Eran los años
en los que los cantautores más politizados arrasaban
en España, la Nueva Trova Cubana estaba en su mejor
momento y aun resonaban las canciones de Victor Jara y Quilapayún.
Así nació el grupo "El Hafed", que,
a la muerte en combate del fundador y primer Secretario
del Frente Polisario pasó a llamarse "Martir
El Uali Mustafa Sayed", más conocido como "El
Uali".
Mariem se incorporó enseguida al conjunto, con el
que viajó a muchísimos países participando
en actos culturales cargados de un alto contenido político
que, en plena guerra con Marruecos, eran a menudo boicoteados
por activistas y funcionarios marroquíes en el extranjero.
"El Uali" grabó en distintos países
europeos cuatro o cinco discos de irregular factura, ayudados
por los comités de solidaridad respectivos. Entre
ellos destaca Polisario Vencerá, producido por Mohamed
Tami, Ministro de Cultura saharaui desde finales de los
70 a mediados de los 80. Fue editado originalmente por Guimbarda
en 1982, y recuperado en el 98 por Nubenegra. Mariem, como
muchas otras de las mujeres que han integrado "El Uali",
participaba o no en las giras y grabaciones según
se lo permitieran embarazos, partos y crianzas de los hijos.
Ella estuvo en el disco que se grabó en Holanda en
1980 -que nunca vio la luz- y en el de Francia, que se editó
en 1989, pero que no llegó a distribuirse pues la
gira que estaba preparada para apoyar el lanzamiento se
suspendió por una de esas causas aciagas que persiguieron
al grupo en toda su trayectoria.
Por tal motivo hay que esperar hasta 1998 y A pesar de las
heridas, para poder disfrutar de su voz en unas cuantas
canciones. Entre todas destaca su Canción de la Intifada
que en las giras posteriores con Leyoad -grupo circunstancial
bajo el que se presenta en toda Europa- será uno
de los platos fuertes. Tras cuatro años de intenso
trabajo con Nubenegra, Leyoad se consolida gracias a la
permanencia en su seno de dos de las máximas figuras
de la música saharaui, la propia Mariem Hassan y
Nayim Alal.
En esta última etapa Mariem ha ido centrándose
más y más en la composición, por eso
cuando en el verano del 2000 Nubenegra propone grabar a
Leyoad un disco de medej y Mariem acude con canciones de
la talla de Sahara neb gija o Yasar geidu no queda otra
solución que rendirse ante las evidencias dándole
cabida a las joyas que nos presenta.
Mariem se expresa naturalmente en hassania, la lengua de
los saharauis, pero tiene aun serias dificultades con el
castellano. Es el motivo por el que apenas haya concedido
entrevistas y por el que tengan doble valor las declaraciones
suyas que reproducimos, de un largo encuentro con Carmelo
Lattassa.
"Nosotros tenemos nuestra lengua (hassania, cercana
a las formas de los bereber con raíces mauritanas).
Los mauritanos tienen la misma música que nosotros
pero la nuestra es más moderna; ellos tienen el haul
(ritmo y forma autóctona), y nosotros también.
Nuestras canciones son diferentes porque hablan de nuestros
problemas desde que huimos del Sáhara, de los niños
que lloran porque sus padres salieron para la guerra y no
volvieron, hablan de las mujeres cuyos maridos y padres
salieron a la guerra para no volver, hablan de los muertos,
de la vida, la política, de Dios, de nuestra tierra
a la que esperamos volver."
"Yo tengo una canción sobre mis hermanos. Se
llama Tus ojos lloran, y habla sobre mis hermanos y mi padre.
Una tarde en un ensayo vino una amiga mía. Me llamó
aparte para decirme que mis hermanos estaban muertos, así
que lloré y después me puse a cantar. Cuando
escribí la canción yo pensé en mis
hermanos, en la época en la que vivíamos en
el Sáhara , subiendo la montaña con ellos,
entrando en nuestra jaima con ellos, hablando con ellos,
viviendo con ellos y me pregunto ¿ellos donde están?"
"Después de que los españoles abandonaran
la colonia saharaui, el Sáhara Occidental fue ocupado
por Marruecos y Mauritania. El pueblo saharaui huyó
hacia tierras de Argelia y fundó la RADS (República
Árabe Democrática Saharaui, reconocida por
76 países). Los mauritanos cedieron en su empeño
pero hasta el día de hoy sigue ocupado por el gobierno
marroquí a la espera de un referendum. Los saharauis
hicieron frente a la ocupación militar, pero la superioridad
del ejercito de Marruecos, trajo muchos muertos a los saharauis."
"Cuando tengo problemas digo: Mulana (Dios), ayúdame.
La vida es así, si alguno tiene problemas, si alguno
está enfermo, alguno está muerto, alguno vive
bien, alguno vive mal, alguno tiene problemas con su familia,
su gobierno, su trabajo, la vida sigue. Por ejemplo, si
mi marido ha muerto, ¿he muerto yo también?
No, tengo que pensar en cómo vivir yo, y cómo
van a vivir mis niños en el futuro. Es así."
"Ustedes los occidentales tienen paredes para colocar
sus retratos, en cambio nosotros vivimos en tiendas de tela,
y cuando llueve el agua entra hasta la tienda y moja las
esteras, y todo. Cuando hace frío, hace mucho frío
(en el desierto puede alcanzar cifras bajo cero). La mayoría
de la gente no tiene con qué calentar las tiendas.
Cuando hace calor puede llegar a los 50 grados y eso hace
que la vida sea muy dura."
"Cocinamos toda la comida seca: lentejas, judías,
y cosas así porque duran más. Entonces vamos
a buscar el agua a los pozos para cocinarla. El agua es
muy salobre, pero es la que hay. Hacemos el pan, la comida
y todo con las manos, y todos vivimos dentro de las jaimas,
la madre, el padre, los hijos, el que viene de visita."
"Cuando empecé a componer no tenía ningún
instrumento conmigo, solo un tambor. Antes nos sentábamos
en círculo y cantábamos para nosotros, pero
cada año hacemos más cosas, salimos fuera
y lo hacemos diferente. Ahora nos reunimos Shueta, Mudleila
(cantantes saharauis), y yo, junto con dos guitarristas
y componemos. Pero cuando estoy sola compongo solo con un
tambor, hago la letra y luego la música, así
hasta que sale la canción. A veces sale bien, a veces
sale mal, así. Solo escribo la letra, la música
es de memoria."
"Un poeta ve a una mujer y la describe y hace un poema,
pero yo no, yo hago las cosas cantando. Antes de la guerra,
hacíamos canciones del amor y de cosas bellas, pero
la guerra y la falta de nuestra tierra, hace que hablemos
de cosas más importantes, de los niños, los
mártires, de la guerra."
"El haul, posee unas reglas muy estrictas de memoria
e interpretación. Los cantantes actuales suelen escribir
las letras, pero el resto se sigue haciendo a la antigua.
Se acompaña con el tebal, un tambor de aproximadamente
60 cm de diámetro hecho de un cuenco de madera excavada
y de cuero de piel de camello o de cabra, que tocan casi
exclusivamente las mujeres con las manos, produciendo un
sonido seco y profundo a la vez. Desde su origen usan la
Tidinit, un instrumento de madera excavada y tapa de cuero
similar a una guitarra de 4 cuerdas. Desde hace tiempo la
guitarra se utiliza en las canciones por su riqueza armónica.
Se interpreta a partir de las formas de la Tidinit; es por
eso que suena tan diferente y especialmente difícil
para el occidental acostumbrado a la guitarra clásica."
"Cuando canto para alguien diferente a mi gente, me
siento alegre, siempre alegre. Y cuando el público
aplaude yo lo hago mejor, con más alegría.
"
"Yo me casé dos veces. Mi primer marido no quería
que yo cantara o hiciera estas cosas de la cultura. Cuando
me casé fue a la manera antigua; él habló
con mi familia, mis hermanos, pero no conmigo. Le di 3 hijos,
pero no me gustaba su actitud. A él no le gustaba
que yo hiciera nada, ni que cantara ni trabajara en la wilaya,
así que le dije que no podía seguir de esta
manera. Entonces él firmó una carta diciendo
que me liberaba, porque la mujer no puede separarse del
hombre por las leyes del Islam (Sharia). Pero mi marido
de ahora lo elegí yo; primero hay que construir el
amor y después lo demás. Nosotras participamos
de todas las cosas que hacen los hombres porque nuestro
Islam es sencillo, no es un Islam por la fuerza. Yo viajo
muchas veces fuera de las wilayas, a diferentes países,
y a mi marido le parece normal. Cuando vuelvo, regreso a
mi otro trabajo de enfermera."
"Yo siempre pienso en volver al Sáhara ocupado.
Yo solo pienso en volver."
La entrevista con Carmelo Lattassa terminaba con esta graciosa
ilustración:
El español de Mariem es sencillo y limitado; tuvo
grandes dificultades para responder a las preguntas. Cuando
se le preguntó por primera vez si encontraba poesía
en las cosas cotidianas, respondió: "cuando
estoy en los campamentos me levanto a las 7 y preparo a
los niños para el colegio. A veces dejo las lentejas
en la cocina y le pido a mi vecina que la cuide, y me voy
a trabajar, y cuando vuelvo encuentro la cocina quemada.
Entonces hago cuscús, hago arroz, conserva con leche..."
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