B A H I A M.
H. A W A H

Dame un escenario y te doy un pueblo
Referirse a la cultura del pueblo del
Sahara Occidental es muy recomendable e imprescindible tomar de
referencia ciertos apuntes del insigne antropólogo e historiador
Julio Caro Baroja o de las lúcidas memorias de los grandes
oradores abuelos y bisabuelos de una generación centenaria
que roza su final periodo de decadencia.
Caro Baroja, recorrió todo el
territorio, convivió con los dueños las inclemencias
de esa naturaleza y conoció sus buenas virtudes, estudio
el hombre saharaui en todas sus vertientes antropológicas
y humanas: Altos, morenos, inteligentes, con una belleza de mujer
y hombre bien distinguida, muy caballeros en su forma de vida
y legendarios en sus actuaciones y trato.
Eran y son hombres de porte altivo
que pincelaban funcionalmente sus ojos de oscuro con magnesio
o con los rojos paleozoicos. Su vestimenta sencilla que consiste
en un Lizam (turbante) de color negro, una Darraa de color azul
o blanco y un Sirual bombacho de medio rodilla y de color blanco
(pantalón) y las Naail o nailas de piel animal eran y son
todavía el ligero equipaje del típico saharaui preocupado
más por el ser que por el tener.
Poseen un rico dialecto del literal
clásico árabe que se denomina L´hasania que
no admite en sus acepciones giros extranjeros o vocabularios de
insultos, factor que define el alto grado de educación
del saharaui.
Muchos historiadores señalan
el siglo XVI el límite de la consolidación de esa
raza sahariana de simbiosis árabe-bereber-africana y de
una morfosis social que da origen a una sociedad saharaui con
fuertes rasgos culturales que las diferencian del resto de los
pueblos del norte del África.
España como potencia se instala
en el territorio en 1884 tras el reparto colonial de África
en la conferencia de Berlín, consolidando su presencia
efectiva durante la Segunda República. De aquí en
adelante convivirán mutuamente dos pueblos de diferentes
culturas, inspirados por la democracia beduina saharaui y la ya
nutrida por los españoles durante el trono de Tuleitila,
la convivencia en paz y armonía de las tres religiones:
la musulmana, la cristiana y la judía (Toledo).
La cultura saharaui nace y se desarrolla
en un entorno donde abunda el agua y procrea el dromedario, de
ahí nace la palabra cargada de expresión y portadora
de toda preocupación social, política, económica
y cultural. Esto era tan extremo, que para esta sociedad tradicional
los periodos de lluvia y siembra de cebada marcaban los momentos
de esplendor, de paz, de arado y de creatividad. Es motivo también
de inspirar a los poetas de pretender a las mujeres, avivar el
dialogo social, olvidar las discrepancias y alimentar la tolerancia
entre todos los Frig o comunidades beduinas de diferentes status
sociales.
Todos estos ingredientes característicos
de esa cultura saharaui los encuentro evidenciados en una carta
que escribió un joven saharaui a sus condiscípulos
a principios de los años setenta:
"Queridos compañeros: ¿Por qué os
escribo yo esta carta? Quizá vosotros no lo sepáis
ni lo comprendáis, pero yo sí lo sé. Me
he pasado noches pensando y pensando sobre esto de que os voy
a hablar aquí.
Yo quisiera deciros y casi exigiros que no permitáis
que odios viejos entre tribus puedan influir en vuestro modo
de actuar.
El pasado ya no existe. Lo que sucedió en tiempos antiguos
ya no debe tener fuerza en nuestros proyectos
estudiad
y trabajad firme para lograr un Sahara noble y culto capaz de
cumplir un alto destino en el universo, no con guerras, sino
con la ciencia y con el saber de sus hombres, aportad vuestro
esfuerzo para el logro de un mundo mejor donde haya paz y amor,
justicia y comprensión.
Y me despido de vosotros con el más sincero saludo saharaui:
Salamu Aleicum. (Que Dios os guarde)".
Cheij Ramdan Nas. Pasajes de la obra "Tfarrah, el
Sahara desde aquí", de Enrique Satué Oliván.
Dentro de todo este entorno mencionado
se desarrolla y se consolida la identidad cultural manifestada
en la oralidad de los habitantes que memorizan con fluidez la
poesía de sus grandes poetas, la narrativa anónima
y la fiel exposición oral de las diferentes epopeyas de
su Historia. La danza y los juegos populares conservan toda su
autenticidad original debido a sus ricos valores que se nutren
del arraigo cultural africano y de la fidelidad del artista.
La música, el canto y
la instrumentación conservan sus principales pilares, pero
son potenciados y modernizados por la gran creatividad del autor
y el músico que no se limita sólo a su entorno cultural.
Una cultura heterogénea de raíces afro árabes
y que se enriquece de aportes cívicos introducidos por
más de un siglo de convivencia con la metrópoli
española, gracias al carácter de la naturaleza del
saharaui siempre abierto al saber y a la diversidad cultural de
los pueblos. De aquí nace la biculturalizacion que representa
una generación de cultos jóvenes que piensan, escriben
y componen en dos idiomas, a la vez que hace funcionar una estructura
bipolar administrativa resultado de un largo proceso evolutivo
de esta sociedad saharaui.
Entonces, quién es el pueblo Saharaui, quiénes son
los habitantes de la excolonia española Río de Oro
o Sahara Occidental. El pueblo es quien de sí habla su
cultura, sus leyendas, sus hadas, sus personajes míticos
y es también quien inspira y motiva en la lírica
y la épica a sus pequeños y modestos juglares.
Qué sabemos entonces del
mítico personaje de la narrativa el majestuoso Shartat,
el astuto Elganfud (el erizo), la finísima Enairab (la
liebre) o la elegante Lehbara (la gallina del desierto). Estos
ilustres personajes en la literatura Saharaui consumieron las
fabulosas historias de las leyendas más resonadas en la
vida cotidiana de la formación social saharaui. Esta cadena
antropológica constituye la cultura de la Sociedad de los
Bidan, pueblos del Sahara Occidental.

BAHIA M.H. AWAH
APUNTES BIOGRAFICOS
Nací en 1960 y para precisar en la region sur de
Tiris Auserd. Un poco antes
del medio dia cuando mi familia que era nómada, ese
dia iba Erhil en busca
de un nuevo lugar de pasto más verde para sus dromedarios,
que es lo
habitual de los nómadas del desierto.
Mi padre era un militar de la metrópoli Española
que compaginaba su
servicio militar con la obligación de la familia.
Mi madre una mujer de
gran corazón, inteligente con muchos conocimientos
de literatura árabe,
sobre todo la poesía en Hasania y la historia de
la civilización
mohometana. Nuestra gran familia bien conocida con el nombre
de Ahel Awah ó
Ahel Mohamed El-Alem y Awah es un apodo de mi tatarabuelo
y significa en
árabe alegre, bondadoso.
Curse mis estudios segundarios y superiores telecomunicaciones
entre el
Sahara, Argelia, Cuba y España. Dirigí las
programaciones en español de la
Radio Nacional saharaui durante cinco años. Trabajé
como columnista en el
rotativo nacional y la revista de la juventud saharaui.
Desde 1998 resido en España,
en 2001 comencé retomando el espacio literario
que se editaba en la R.N.S Poemario por un Sahara Libre
a través de un
emisora libre de Madrid hasta 2003. Entonces vi la necesidad
de hacer llegar
esta voz literaria saharaui a los territorios ocupados del
Sáhara mediante
la emisora comunitaria de Las Palmas de G.C: Radio Guiniguada
105.9 FM,
también gestiono con mi compañera una lista
de correo dedicada a las
actualidades del conflicto.
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PRESENTACION EN LA BIBLIOTECA
REGIONAL
DE MADRID
15
de octubre 2004
Antonio Polo González
Carta
de Mohamed Sidati
Ministro Consejero de la Presidencia y
Responsable saharaui para la Unión Europea
Leída por Christine Spengler durante el acto de presentación
del especial de la revista celebrado el pasado 15 de octubre en
la Biblioteca Regional de Madrid
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