P   R   E   S   E   N   T   A   C   I   O   N

por Antonio Polo (ariadna-rc) y Bahia M.H.Awah (Poemario por un Sahara Libre)


© J.L.Irigoien

 

A N T O N I O   P O L O

Hoy 15 de octubre de 2004, siete años después de la aparición del primer número de nuestra revista, Ariadna mantiene todavía una deuda pendiente con una parte significativa de sus lectores. Durante todos estos años, hemos tenido la oportunidad de conocer los trabajos de escritores, poetas y artistas de todos los países de habla hispana, un trabajo que habiendo requerido un esfuerzo y una ilusión encomiables, desatendía la frescura del “español” que aún pervive en un pedregal de la Hamada argelina. Semejante acto de desapego volvió a recaer ¡cómo no! en un pueblo que ha elevado la dignidad hasta una forma de vida, y ese es el caso del pueblo saharaui. Los hombres y las mujeres que un día fueron expulsados de su legítima tierra, el Sahara Occidental, forman parte del único pueblo árabe que habla español. La memoria para ellos es casi una forma de vida; hablan, expresan sus sentimientos y sueños también en español, pero nunca, que recordemos, habían tenido cabida en un proyecto de vocaciones universal y democrática como el que nos impusimos hace ahora siete años. Por tanto, bajo el espíritu de entonces, hemos decidido realizar un número especial titulado “La memoria en la cultura saharaui”. Sentimos habernos demorado.

 

B A H I A   M.   H.   A W A H



Dame un escenario y te doy un pueblo

 

Referirse a la cultura del pueblo del Sahara Occidental es muy recomendable e imprescindible tomar de referencia ciertos apuntes del insigne antropólogo e historiador Julio Caro Baroja o de las lúcidas memorias de los grandes oradores abuelos y bisabuelos de una generación centenaria que roza su final periodo de decadencia.

Caro Baroja, recorrió todo el territorio, convivió con los dueños las inclemencias de esa naturaleza y conoció sus buenas virtudes, estudio el hombre saharaui en todas sus vertientes antropológicas y humanas: Altos, morenos, inteligentes, con una belleza de mujer y hombre bien distinguida, muy caballeros en su forma de vida y legendarios en sus actuaciones y trato.

Eran y son hombres de porte altivo que pincelaban funcionalmente sus ojos de oscuro con magnesio o con los rojos paleozoicos. Su vestimenta sencilla que consiste en un Lizam (turbante) de color negro, una Darraa de color azul o blanco y un Sirual bombacho de medio rodilla y de color blanco (pantalón) y las Naail o nailas de piel animal eran y son todavía el ligero equipaje del típico saharaui preocupado más por el ser que por el tener.

Poseen un rico dialecto del literal clásico árabe que se denomina L´hasania que no admite en sus acepciones giros extranjeros o vocabularios de insultos, factor que define el alto grado de educación del saharaui.

Muchos historiadores señalan el siglo XVI el límite de la consolidación de esa raza sahariana de simbiosis árabe-bereber-africana y de una morfosis social que da origen a una sociedad saharaui con fuertes rasgos culturales que las diferencian del resto de los pueblos del norte del África.

España como potencia se instala en el territorio en 1884 tras el reparto colonial de África en la conferencia de Berlín, consolidando su presencia efectiva durante la Segunda República. De aquí en adelante convivirán mutuamente dos pueblos de diferentes culturas, inspirados por la democracia beduina saharaui y la ya nutrida por los españoles durante el trono de Tuleitila, la convivencia en paz y armonía de las tres religiones: la musulmana, la cristiana y la judía (Toledo).

La cultura saharaui nace y se desarrolla en un entorno donde abunda el agua y procrea el dromedario, de ahí nace la palabra cargada de expresión y portadora de toda preocupación social, política, económica y cultural. Esto era tan extremo, que para esta sociedad tradicional los periodos de lluvia y siembra de cebada marcaban los momentos de esplendor, de paz, de arado y de creatividad. Es motivo también de inspirar a los poetas de pretender a las mujeres, avivar el dialogo social, olvidar las discrepancias y alimentar la tolerancia entre todos los Frig o comunidades beduinas de diferentes status sociales.

Todos estos ingredientes característicos de esa cultura saharaui los encuentro evidenciados en una carta que escribió un joven saharaui a sus condiscípulos a principios de los años setenta:

"Queridos compañeros: ¿Por qué os escribo yo esta carta? Quizá vosotros no lo sepáis ni lo comprendáis, pero yo sí lo sé. Me he pasado noches pensando y pensando sobre esto de que os voy a hablar aquí.

Yo quisiera deciros y casi exigiros que no permitáis que odios viejos entre tribus puedan influir en vuestro modo de actuar.

El pasado ya no existe. Lo que sucedió en tiempos antiguos ya no debe tener fuerza en nuestros proyectos… estudiad y trabajad firme para lograr un Sahara noble y culto capaz de cumplir un alto destino en el universo, no con guerras, sino con la ciencia y con el saber de sus hombres, aportad vuestro esfuerzo para el logro de un mundo mejor donde haya paz y amor, justicia y comprensión.

Y me despido de vosotros con el más sincero saludo saharaui: Salamu Aleicum. (Que Dios os guarde)".

Cheij Ramdan Nas. Pasajes de la obra "Tfarrah, el Sahara desde aquí", de Enrique Satué Oliván.

Dentro de todo este entorno mencionado se desarrolla y se consolida la identidad cultural manifestada en la oralidad de los habitantes que memorizan con fluidez la poesía de sus grandes poetas, la narrativa anónima y la fiel exposición oral de las diferentes epopeyas de su Historia. La danza y los juegos populares conservan toda su autenticidad original debido a sus ricos valores que se nutren del arraigo cultural africano y de la fidelidad del artista.

La música, el canto y la instrumentación conservan sus principales pilares, pero son potenciados y modernizados por la gran creatividad del autor y el músico que no se limita sólo a su entorno cultural.
Una cultura heterogénea de raíces afro árabes y que se enriquece de aportes cívicos introducidos por más de un siglo de convivencia con la metrópoli española, gracias al carácter de la naturaleza del saharaui siempre abierto al saber y a la diversidad cultural de los pueblos. De aquí nace la biculturalizacion que representa una generación de cultos jóvenes que piensan, escriben y componen en dos idiomas, a la vez que hace funcionar una estructura bipolar administrativa resultado de un largo proceso evolutivo de esta sociedad saharaui.

Entonces, quién es el pueblo Saharaui, quiénes son los habitantes de la excolonia española Río de Oro o Sahara Occidental. El pueblo es quien de sí habla su cultura, sus leyendas, sus hadas, sus personajes míticos y es también quien inspira y motiva en la lírica y la épica a sus pequeños y modestos juglares.

Qué sabemos entonces del mítico personaje de la narrativa el majestuoso Shartat, el astuto Elganfud (el erizo), la finísima Enairab (la liebre) o la elegante Lehbara (la gallina del desierto). Estos ilustres personajes en la literatura Saharaui consumieron las fabulosas historias de las leyendas más resonadas en la vida cotidiana de la formación social saharaui. Esta cadena antropológica constituye la cultura de la Sociedad de los Bidan, pueblos del Sahara Occidental.

BAHIA M.H. AWAH

APUNTES BIOGRAFICOS

Nací en 1960 y para precisar en la region sur de Tiris Auserd. Un poco antes
del medio dia cuando mi familia que era nómada, ese dia iba Erhil en busca
de un nuevo lugar de pasto más verde para sus dromedarios, que es lo
habitual de los nómadas del desierto.

Mi padre era un militar de la metrópoli Española que compaginaba su
servicio militar con la obligación de la familia. Mi madre una mujer de
gran corazón, inteligente con muchos conocimientos de literatura árabe,
sobre todo la poesía en Hasania y la historia de la civilización
mohometana. Nuestra gran familia bien conocida con el nombre de Ahel Awah ó
Ahel Mohamed El-Alem y Awah es un apodo de mi tatarabuelo y significa en
árabe alegre, bondadoso.

Curse mis estudios segundarios y superiores telecomunicaciones entre el
Sahara, Argelia, Cuba y España. Dirigí las programaciones en español de la
Radio Nacional saharaui durante cinco años. Trabajé como columnista en el
rotativo nacional y la revista de la juventud saharaui.

Desde 1998 resido en España, en 2001 comencé retomando el espacio literario
que se editaba en la R.N.S Poemario por un Sahara Libre a través de un
emisora libre de Madrid hasta 2003. Entonces vi la necesidad de hacer llegar
esta voz literaria saharaui a los territorios ocupados del Sáhara mediante
la emisora comunitaria de Las Palmas de G.C: Radio Guiniguada 105.9 FM,
también gestiono con mi compañera una lista de correo dedicada a las
actualidades del conflicto.


PRESENTACION EN LA BIBLIOTECA REGIONAL
DE MADRID

15 de octubre 2004
Antonio Polo González

Carta de Mohamed Sidati
Ministro Consejero de la Presidencia y
Responsable saharaui para la Unión Europea
Leída por Christine Spengler durante el acto de presentación del especial de la revista celebrado el pasado 15 de octubre en
la Biblioteca Regional de Madrid