Envío especial
por Natividad González Crespo

 

Ha llegado un carruaje portando un paquete muy especial. Un lacayo corre por el pasillo buscando al Padre Sigüenza, supervisor de El Escorial.

El Sacerdote recibe el paquete que deposita encima de una mesa. Desata la cuerda y quita la espesa tela roja que cubre el paquete. Es una gran tabla, con una enorme esfera dibujada, dividida en dos. Con la ayuda de un soldado ponen de pie el cuadro que tambaleándose se abre por su parte izquierda. El Padre queda escandalizado, no entiende nada de lo que ve.

El monarca ha mandado llamar a Sigüenza y éste le anuncia la llegada de una tabla desde Flandes comprada a Jheronimus Bosch a su muerte. Al rey le tiemblan las manos mientras ordena que le cuelguen el cuadro en sus aposentos.

Felipe II no se encuentra bien y desea que le llenen la habitación de reliquias y motivos religiosos para que le protejan de la muerte. El cuadro está colocado ya en la pared y al abrir el Tríptico siente un desmayo, no cae al suelo porque le sujeta una sirvienta. Sientan al rey enfrente de la tabla flamenca.

El padre Sigüenza tiene la cara desencajada pasea la vista por cada figura y escena del cuadro haciendo muecas de asco.

—Majestad ¿ha visto cuantos cuerpos desnudos, animales y frutas lujuriosas están plasmadas en el lienzo?

—Quédate conmigo, junto al “Jardín de las Delicias” y te contaré lo que significan algunas de ellas:

Cerrado el retablo, la gran esfera es una de las primeras imágenes del libro del Génesis. Abierto se divide en tres: la tabla de la izquierda representa La Creación; la central el pecado; donde sobresale el de la Lujuria y la tercera es el Infierno, la consecuencia de nuestros pecados.

—Mi rey, no debería tenerla en su habitación mejor estaría en algún pasillo de Palacio.

El monarca seguía mirando atentamente  mientras murmura:

—Lo placeres de la vida, mientras señala los cuerpos desnudos… la soberbia, mirando un cisne; grandes cuchillos atravesando orejas como si no quisieran escuchar…Un hombre metido en el aro de una llave otro que sube una escalera con una flecha en el culo…Fresas, uvas, madroños.

El sacerdote ante la indiferencia de su Señor decide irse a la biblioteca donde en un papel escribe:

Los placeres de la vida son fugaces, las consecuencias nefastas ¿porque  seguimos atraídos por el pecado?

 

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