índice XX aniversario

Mientras suena un tango de Gardel

por Gema Albornoz

 

 

Juramos mantener libre de cuerdas
nuestro amor y prometemos no atar
al sentimiento.

Apuntamos los fracasos en otra hoja
de cualquier libreta con destino
a perderse.

Caemos en la cuenta de nuestras preferencias
y nunca es demasiado tarde para llevarlas a cabo.

Fechamos algunos fenómenos
esperando a que se repitan.

En cambio, de otros, esperaremos
justo lo contrario.

Veremos tantas veces el abismo
desde arriba como desde abajo.

Haremos hogar de invierno al viento del Oeste,
sopla fuertemente volcando veletas a su paso.
Y viviremos confusos y perdidos,
como nubes que prescinden de ellas.

Los días se harán más cortos o más largos
sin depender de la estación del año.

Serán nuestras horas y nuestro reloj quien marque el ritmo
del tiempo mientras suena un tango de Gardel.

Evaporamos el tiempo como hacemos desvanecer
las palabras que no decimos,
aquellas que devoramos sin digerirlas
o que nos indigestan adelantándose
para salir de nosotros. Siendo laberintos
y la boca una salida posible.

Pasarán cualquier barrera en su desesperación
por emigrar hasta encontrar el camino
e irse al otro mundo. Quizás Dios las acoja.
Y yo juré no haber cogido la pluma
para dejarlas escapar.
Aunque el sentimiento vuelva a mí,
en otra ocasión, libremente. Y yo
prometa no amarrarlo para mí sola.

 

 


© Gema Albornoz

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