índice del número

 

 

Seleccion de Poemas
porRolando Revagliatti

 

Papeles póstumos del Club Pickwick”

Para los póstumos papeles el señor Pickwick
    [juega al whist y bebe su ponche frío
diserta de pie sobre el sillón de Windsor
entre aplaudido y aplaudido con vehemencia
con carismático pickwicknianismo el señor Pickwick
se deja otear oteando con el catalejo que
    [extrae de su impecable gabán
estimula instruye ordena reconviene aconseja
    [disuade a su cochero
y en su cuaderno de apuntes apunta observaciones
    [sobre la tenacidad de los caballos por la vida
y casi perece sospechoso en el mar de una trifulca
sobrenada
sin eludir desprecio y puñetazos
según consta en las actas del club

El señor Pickwick a la caza de su sombrero, grajos y otras aves
y de cierto hallazgo con forma de piedra por diez chelines
y de las veintisiete interpretaciones (la
    [inscripción en la piedra) de su propio cacumen
el malinterpretado señor presidente
y su enamorada, patrona y demandante, la
    [matrimoniable viuda Bardell
de tan enseñoreada incidencia en el augusto meollo 
(y la señora de Leo Hunter)
y todo consta en las actas por ellas lo sé

¡El señor Pickwick subrepticiamente en el
    [internado de señoritas, de noche!
vejado adviene
un ataque regio de reumatismo que lo postra pickwicknianamente
y de alcoholismo que lo duerme
    [en una carretilla pickwickniana dentro de un corral
o bien
azarado entre recules y profundas reverencias
    [abandonando espacios inconvenientes
o contentísimo y encarnado con sus negras
    [polainas por entre la nieve
y al diablo, al helado diablo el señor Pickwick
desaparecido y reaparecido
luego rodeado de los reclutados media docena de habeas esqueletos
lo saben, pickwicknianos unidos
el benemérito señor Pickwick se da a sosiego
a moderación, a jubilación
y todo todo todo consta en las actas del club.


“PAPELES PÓSTUMOS DEL CLUB PICKWICK”, novela de Charles Dickens.

 


“LA CASA DESHABITADA”

Chitón, procuran los procuradores
es la llovizna negra, costas y mañas

Atráense — sórdidos vaivenes —
los vocablos bufete rico y bufete pobre
y zarandeado tribunal de la chancillería

Me inclino ante la Ley/ yo me prosterno
(cuando otros enloquecen)
qué menos que guiñando o haciendo ojitos

Abnegaciones y lealtades copulando con
    [perentorios chantajistas
próximos a la luminosidad artificiosa de los
    [ensimismados candelabros
 del celebérrimo pleito Jarndyce y Jarndyce

¿Velos?, pero sobre todo pretendientes
para mi dueña y mujercísima Esther
(dama Trot, dama Durden) Summerson

(Apostillas entre la niebla sucia
y la cellisca de Londres recauda
Vladimir Nabokov
y yo administro).


“LA CASA DESHABITADA”, novela de Charles Dickens.

 

 

“AVENTURAS DE OLIVERIO TWIST”

Grito agudo del corderillo al que criar
recién parido ser mortal en el llamado hospicio
mientras su madre lo abandona estremeciéndose para siempre
besándolo por única vez

Los parroquiales lo condenan —¡magnánimamente! —
a vivir con (y eventualmente a morir de) hambre
distraída por patadas y coscorrones de diligentes celadores
tundas repartidas a otros desgraciados caballeretes
sucios y hasta piojosos por añadidura
famélicos alucinadores de la gorda manteca

Oliverio es designado delegado y atrevido pedigüeño 
y el director resuena la testa de Oliverio con un cucharón
en malhadados tiempos incompasivos

(Añadir cinco libras al incordio en forma de
    [futuro aprendiz de cualquier arte u oficio
sortear a quien desholline cogitando sobre deudas y penurias) 
Quédase alquilado el niño al funebrero
traga sobras y duerme entre ataúdes

¡Pamemas! estalla el condigno administrador de justicia 
estupefacto Oliverio, después perseguido e inclusive baleado
aprendiendo y lastimándose en el melodrama.


“AVENTURAS DE OLIVERIO TWIST”, novela de Charles Dickens.

 

 

“LOS COSACOS”

Muchachas de la aldea provocadas por los uniformes
(aman dos a Mariana)
sangre, humo, detonaciones en el heno
(Mariana se dejaba –¡Oh! – se dejaba galantear)
los chechenes, los caballos y los gritos
(bruscos pudor o altanería)

Uno agoniza
otro retorna a entrañables
nevadas y silenciosas calles de Moscú.


“LOS COSACOS”, novela de León Tólstoi.

 

 

“ANA KARENINA”

Karenin, el opio, mi amante, mi hijo
mis celos, mi opulencia

mi abandono.


“ANA KARENINA”, novela de León Tólstoi

 

 

“RESURRECCIÓN”

Nejliudov
príncipe y todo
no puede más con su conciencia
con su mala conciencia
con la voz de su mala conciencia

(Y Tolstoi con la ligera sugestiva
bizquera del ángel seducido).


“RESURRECCIÓN”, novela de León Tólstoi.

 


“LA SONATA A KREUTZER”

Beethoven allí en el salón 
y ese presto de los mismos infiernos

Animal magnético el inspirado
¿de dónde ese caudal injurioso?...


“LA SONATA A KREUTZER”, novela de León Tólstoi.

 


“LA BORRASCA”

El trineo chirrió y el barín arribó
atrás el sueño, las verstas y el sopor helado de la estepa
y las medidas de aguardiente de los cocheros
y otra vez el sueño en menudos copos.


“LA BORRASCA”, novela de León Tólstoi.

 


“IVÁN, EL IMBÉCIL”

Argucias y monedas de oro de los malévolos
se desvirtúan escandalosamente

Viejos y jóvenes malévolos tragados
por la tierra y las pasiones

Reino diáfano
          equitativo
          benévolo
          artesanal.


“IVÁN, EL IMBÉCIL”, novela de León Tólstoi.

 

 

“CRÓNICA DE UN INICIADO”

Conmovida por la imponencia descalabrada del dragón
a la pequeña lámina me conduje

Yo había ya lucido
enmarcada

Desanduve la sujeción de un endogámico entrevero
de cables, cordeles, piolines y piolitas

San Jorge
                harto
retaba a su caballo.


“CRONICA DE UN INICIADO”, novela de Abelardo Castillo.

 

 

“ORGULLO Y PREJUICIO”

Excelentes y regulares codo con codo
pasean vigilados por la autora
estimada a través de Isabel, nuestra preferida
a través de su Darcy
a través de otras parejas y desparejas
a través de propios (o sentidos como propios)
e impropios

Y en pareja o despareja con la autora
(amar alarma)
paseo
mientras algunos sin comer perdices
son felices
y otros son infelices
refugiados en sus bibliotecas.


“ORGULLO Y PREJUICIO”, novela de Jane Austen.

 

 

“ROL DE CORNUDOS”

A buscarse en la rezumante especificidad
y exquisita consistencia
en tal constelación y refriegue
humanísimos
al principio aflora el acaponado
y florece luego el bragazas
y no nos damos cuenta y pisamos un poquito
al floripondioso cagón

Sí avisamos al de confiada evidencia:
en el fabuloso jardín no faltará el escamoteado
el fogueteiro, el gótico flamígero
en sus macetas, sin salirse, predestinados
retoñantes, en sus canteros, con las respectivas
y confusas o epigramáticas traducciones al pima-papago
al familia ges, al charrúa, al familia tupí-guaraní
en carteles retorcidos por el sol
expuestas las variedades a miradas serbocroatas y rumanas 
y tropezones escoceses, indo dravídicos y suahelíes
en venta, en alquiler y hasta en conquista los variopintos
hurtables, coleccionables
para eventualmente exhibirse en paquetas vitrinas
Aun el más suburbano
cada cual un espejo florido
hiperclorhídrico
inasequible al desaliento allí lo posee
si sociable, el jonjabero
(podrá con él reírse a sus anchas)
si conciliador, el krausista
si olfateable, el lavándula

Hay variantes de las variaciones
castizos desde luego muchos
y con motes tales: meapilas
(y van por lo menos dos con deyecciones)
nazi, ñiquiñaque, otorrinolaríngeo, por usucapión
o prescripción adquisitiva

Ya lo veis, nadie podría quedarse sin alguno
nadie podría quedarse sin ser por accidente, alguno
alguno es vuestro o alguno sois
por transparencia o por desidia
o por tantas y tantas
hay que encontrarse
insisto, estetas
podéis recrear modelos, tomar de aquí y de allá
añadir, comprimir, suturar

Trazo para los cronistas este mapa gentil
conoceréis más tarde el exhaustivo
que encararéis lineal o atravesadamente
libres sois para pecar y comprender
(atados por vuestra inalienable condición)
sois vosotros mimados en este vergel interesante
que devino museo por el quiritario, el reconcomido
el susceptible de contagio de amor
el tránsfuga del buen sentido
para obsequiar a celosos y celados os recomiendo al ultra
(en dosis morigeradas)
el vivalavirgen (por ese no sé qué de equívoco)
el wagneriano (señero)
el xifoide (ver página doscientos siete)
el yambo (ver página doscientos once)
y el zurriburri (ver página doscientos dieciséis).

 
“ROL DE CORNUDOS”, diccionario humorístico de Camilo José Cela.

 

 

 

©Rolando Revagliatti nació el 14 de abril de 1945 en Buenos Aires, ciudad en la que reside, la Argentina. Publicó en soporte papel un volumen que reúne su dramaturgia, dos con cuentos, relatos y microficciones y quince poemarios, además de otros cuatro poemarios sólo en soporte digital. En esta condición se hallan los seis tomos de su libro “Documentales. Entrevistas a escritores argentinos”, conformados por 159 entrevistas por él realizadas. Todos sus libros cuentan con ediciones electrónicas disponibles en www.revagliatti.com 

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