A salvo
porCarlos Javier Corral
Que los clavos que florecen
en todas las gargantas
y las páginas que faltan
por arrancar de tu diario
no provoquen que te rindas.
Por favor, mantente a salvo.
Por las manchas solares
con rubores de infección
o quizás de mansedumbre
y por la sombra chinesca
que proyecta la cordura
en su perfil más exacto,
no renuncies a la vida
y mantente siempre a salvo.
A salvo de los grillos
que vuelven a sus jaulas,
a salvo del pacto
antiguo entre las hieles,
a salvo del brillo
cegador de las insignias,
a salvo de bandos
y también de frentes.
A salvo del ámbito
precoz del agujero,
a salvo de los trances
del oro desdentado,
A salvo del colmillo
callejero de los sátrapas,
a salvo de tu era
y de su legado.
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