El Medej recoge una tradición musulmana de cánticos
espirituales, en ningún caso litúrgicos, cuya
temática se centra en alabanzas al profeta Mahoma
y a relatar los hechos más relevantes de su vida:
el nacimiento, la infancia, su elección por Alá
como profeta, o la hégira, el viaje que realizó
de noche desde La Meca a Medina.
Cada territorio ha ido adaptando estas canciones medjas
a su entorno social y cultural. Las que presentamos de los
saharauis están interpretadas en su lengua vernácula,
el hassanía, y musicalmente se rigen por las reglas
del haul, con los modos y los ritmos perfectamente ordenados
según el concepto que gobierna un concierto o recital.
Tanto los poemas como las músicas son muy antiguos
y han llegado a nuestros días por transmisión
oral.
El Medej se canta en sesiones a menudo nocturnas, como
la noche leil de la fiesta del cordero o la del Ramadán
(la del día 27), o en general la noche del jueves
al viernes. También para celebrar el nacimiento de
Mahoma.
La sesión suele empezar con ritmos lentos y tranquilos
y según se va desarrollando éstos se avivan
hasta alcanzar un climax intenso. Los agarit de las mujeres
(gritos característicos), las palmas, los aplausos
y jaleos, así como las vibraciones que los hombres
producen con sus labios a la vez que mueven la cabeza,tberbir
ayudan a caldear el ambiente y elevar la tensión.
La medja suele empezar con unas pequeñas notas de
los instrumentos musicales planteando la gama que define
la escala en la que se interpreta y deja paso a una introducción
libre donde el melisma y los arabescos sitúan la
canción, que se desencadena cuando el tebal marca
el ritmo.
Con el paso de los años el Medej se ha convertido
en una música tradicional a la que los saharauis
acuden cuando están relajados, festejando una boda
o celebrando el reencuentro con algún familiar o
amigo.
El carácter espiritual de Medej no se ha perdido
pero se ha relativizado como podemos comprobar en los textos
de las canciones seleccionadas.
Esta es la primera vez que este tipo de cantos de los saharauis
se recogen en un álbum. No todos los músicos
y cantantes están capacitados para el Medej ya que
su interpretación entraña una serie de dificultades
y el dominio de una técnica depurada.
Es importante destacar que en esta ocasión participan
algunas de las mejores voces en el exilio, como Jeirana
o Faknash, reconocidas como las más grandes cantantes
del Medej saharaui. Y sobre todo el extraordinario el trabajo
de Mariem Hassan en las introducciones de las medjas, de
esa forma libre y tan cargada de sentimiento.
La presencia de músicos y cantantes de las cuatro
wilayas en la grabación garantiza la diversidad de
estilos. Ésta se realizó en dos sesiones en
directo, sin ensayos previos, de modo que en la intimidad
del estudio se encontraron las distintas formas de acercarse
al Medej con los matices propios de cada campamento. Al
haber contado con tidinit, guitarras eléctricas,
bajo y hasta un instrumento nuevo, el mijairis, construido
por Nayim Alal, nos hemos asegurado también, variedad
en los arreglos musicales. Sólo la flauta nefara
está ausente.
Esperemos que estas grabaciones ayuden a profundizar en
el conocimiento de un pueblo hermano que por vicisitudes
históricas está tan ligado a España.
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