No existe horizonte en el hielo
Los seres unicelulares cabecean contagiados de plomo
en las carreteras los suicidas reptan buscando la salvación
mi hermana dice miedo y no lo sabe
mi hermano sabe que es fácil abrir una ventana
mis sobrinos se duchan con el calor de las alcantarillas
y yo viajo sin ti
donde los perros fornican con los hombres
donde los alacranes cantan
devuelve mi corazón de viejo seducido
dame la palanca del aviador que estrella enajenado su avioneta
y una cruz de flores para bendecir la mano y su tentación
en la corona de los mártires toda palabra carece de gozo
en la pestaña del alucinado una cobra se reta sorprendida
en el círculo de tiza de los herejes quemaré mi sombra
No existe no existe horizonte en el hielo
Fueron catorce los caminos que me llevaron a ti
y en todos solo encontré camisas de sílice,
rosas de obsidiana y el llanto entrecortado de una medusa
Fueron también doce los amigos con quienes viajé al sur
y comimos del perro y del caballo
y llegamos al mismo centro de la pereza
que se viste con el satén lúcido de la serpiente
la cornisa de las dunas
el campo animal
dios y su terrario
la nada
Ilustración Pedro Díaz Del Castillo (@capitanmobile) 2021
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