í n d i c e  d e l  n ú m e r o

 

Las Muertes en la Celestina
por Sukanta Kumar Chattopadhyay

 

1. Introducción

La Celestina, la obra de Fernando Rojas, publicada por la primera vez en 1499 en Toledo, España había atraído la atención tanto de las figuras literarias y los intelectuales como de la de centenares de miles de aficionados del teatro sobre la audacia del autor en subrayar tales aspectos que deberían haberse evitado a ser revelado debido a las conminaciones de la jerarquía de la sociedad dominada por la organización eclesiástica en colaboración con el poder real y la nobleza conforme a la costumbre de la sociedad medieval. La obra se ha compuesto en la coyuntura del ocaso de la edad media y la aurora de la edad de renacimiento, el año 1492 siendo la fecha de esta transición. Esta obra desde su principio a la desenlace pasa por una serie de muerte culminando en la muerte de los protagonistas bajo circunstancias diversas señalando a los rasgos de la aquella edad caracterizada por la superstición, brujería, avaricia, hipocresía de la élite y la corrupción y adulterio prevalente en el estrato alto de la sociedad. Los autores de este artículo tratan de relacionar con las muertes en la Celestina con los susodichos fenómenos de la sociedad cuando ésta tuvo que aguantar y abordar con las primeras olas del movimiento del renacimiento en España junto con los otros pueblos de Europa. La Celestina es una de las grandes obras de la literatura española, enteramente dialogada, se publicó en 1499 bajo el título “Comedia Calisto y Melibea” en su primera edición (con XVI capítulos), y más tarde bajo el título de “Tragicomedia de Calisto y Melibea” (después de la inserción de otros cinco capítulos). Pero al fin, a través de siglos, la obra con su creciente fama, llega a ser conocida con su título más popular coincidente con el sinónimo de alcahuete, es decir “La Celestina”.

2. Resumen

Empieza la obra con la entrada de Calisto, un joven de clase alta en el huerto de Melibea por casualidad en busca de su halcón que ha volado de su mano se había hallado en el jardín de ésta y enamorado de la belleza de Melibea, Calisto la pidió su amor, pero según la costumbre, Melibea una muchacha de valores de moralidad le rechazó su propuesta de amor. Guiado por el consejo de su criado Sempronio, Calisto recurre a una vieja prostituta y ahora alcahueta profesional, llamada Celestina quien, haciéndose pasar por vendedora de artículos diversos, puede entrar en las casas y de esa manera puede actuar de casamentera o concertar citas de amantes; Celestina también regenta un prostíbulo con dos pupilas o confidentes, Areúsa y Elicia. Aunque su otro criado, Pármeno cuya madre fue la maestra de Celestina, trató a disuadirlo revelando las infamias de la dama, pero su amo no prestó atención y al fin fue persuadido a unirse con Celestina, después haber tentado por ésta para aprovechar la oportunidad a desplumar Calisto de dinero en connivencia con el grupo siniestro constituido por la Celestina y Sempronio. Mediante sus habilidades dialécticas y las prácticas de brujería como la invocación de Plutón para producir un efecto hipnotizante unido a sus habilidades dialécticas, pudo romper el hielo y lograr su fin de atraer Melibea hacia Calisto. Calisto para cumplir sus compromisos de ofrecer un galardón adecuado, le dio a Celestina una cadena de oro. Ya que Celestina ahora olvidando su compromiso de repartir el premio entre ellos rechazó a compartir con otros y los criados de Calisto no perdieron tiempo a asesinarla para subsecuentemente ser detenidos por la agencia de alguacil y ajusticiados después de unas pocas horas. Las prostitutas Elicia y Areúsa (jóvenes prostitutas en el burdel de Celestina), al perder su dueña y sus amantes, se confabularon con el jactancioso Centurio para que éste se pueda emplear a asesinar Calisto. Por su parte, Centurio con la ayuda de sus cómplices crea una escena muy estrepitosa que plasmó la atención de Calisto ensimismado en actos de amor con Melibea. Sin embargo, al oír la ruidosa conmoción en la calle y creyendo que sus criados están en peligro, Calisto en su apuro de bajar del muro, se resbala y el salto fatal le mata. Desesperada Melibea declarando que ya había perdido su virginidad, se suicidó echando sus padres en el abismo de inconsolable dolor y pena.

3. Espacio y Tiempo

La obra fue compuesta en la perspectiva urbana de España, expuesta a las costumbres del fin del siglo XV y el inicio del siglo XVI cuando la fe religiosa tenía un efecto ubicuo. Es obvio que el espacio no se puede limitar por una única entidad sino va a hacer un gradual desarrollo con los personajes pertenecientes a los estratos diferentes de la sociedad, es decir, la Celestina vive en un mundo vicio donde se realiza el oficio de prostitución y hechicería mientras Calisto y Melibea son los productos de la clase élite. Según Pedro Henríquez Ureña (Introducción. La Celestina) “Calisto fue de noble linaje, de claro ingenio,… de linda crianza…” y Melibea de mujer moza, muy generosa, de alta y serenísima sangre…una sola heredera a su padre, Pleberio y de su madre, Alisa, muy amada”. La obra rodea principalmente sobre los entornos de tres casas principales (casa de Melibea, la de Calisto y la de Celestina) y junto con las calles y la presencia de la iglesia de Magdalena. Imprescindible es, en este contexto, mencionar el concepto de espacios horizontales y verticales (czarnocka, web) que dirigen a los signos ominosos aguardando los personajes de la novela dialogada. En lo que respecta al concepto horizontales, el contraste de “abierto-cerrado”, “orden familiar” (casa de Melibea), intimidad, “lugar inviolable” frente a la calle que se considera como la vía a través de que los vendavales de los espíritus diabólicos se meten para destruir la tranquilidad de la familias viviendo en la paz y las personas enfrentando a la tribulación buscan refugio en la casa, aislada y protegida. Melibea disfruta el escudo protector que nunca se sale de la casa salvo para asistir la misa. Por el contrario, el diseño de la casa de Celestina siendo abierta a todo el mundo se encuentra revelando su fea cara por la práctica de prostitución en contraposición con lo que habitualmente se entiende por un hogar acogedor. El autor había introducido el concepto de espaciales verticales por medio de oposición “alto-bajo” y “bajarsubir” que está directamente vinculada con “amor – subir” y “bajar –muerte”. Lo que está destacado por unos números de rendez-vous nocturno de los protagonistas para amar, y luego para morir de Calisto y confesar y morir para Melibea. Aunque el huerto representa un espacio vertical, se tiene que escalar el muro vertical para hundirse en el amor carnal. Aunque la idea común de tiempo, desde el tiempo de Homero gira en torno al concepto de ser atemporal , los protagonistas de Rojas son conscientes de sus tiempos de acciones. Los afanes de Calisto y Melibea para una reunión y la prisa de los criados (Pármeno y Sempronio) y de la Celestina se puede ligar con la prisa de la vida urbana donde todos ellos cada vez más compiten para ganar sus objetos deseados sea el amor o el dinero. 4. Perspectiva social, histórica y cultural El entorno social estaba pasando por una coyuntura de épocas los vendavales del renacimiento habían acabado a producir conmociones en la sociedad rígida, bajo la onerosa presión de la iglesia, que estaba cediendo al paso vigoroso de la transición del mundo teocéntrico a un nuevo mundo antropocéntrico. Tres fenómenos de dimensión enorme, que incluyen la unificación de España tras la reconquista de Granada, el último bastión de los musulmanes, el “descubrimiento” del “nuevo mundo”, y la publicación de la primera gramática de Nebrija empujaron el paso de ser humano hacia razón libre de fe ciega y cada vez más los pensamientos científicos estaba propulsando los seres humanos en el sentido de controlar las riendas de sus destinos en vez de rendirse a la merced del Dios. La restauración de los valores de antigua cultura greco-latina ha llevado un cambio radical en el pensamiento supersticioso.

5. Género y Estilo

Había mucha controversia por siglos sobre el género de la Celestina y hasta las finales del siglo XVIII se consideraba la a ser del mundo teatral. Pero después del surgimiento del movimiento neoclasicismo, el concepto había cedido al otro tipo de género porque el progreso de la obra no se integra perfectamente ni corresponde exactamente con los rasgos teatrales (Jabares y Alicante, Web). Moratín también “niega su pertenencia al teatro, debido aunque no cumple la regla de las tres unidades (tiempo, espacio y trama), le obra o novela transcurre en varios días y en muy diversos escenarios; y la cataloga como una novela dramática. Y más tarde Aribau la califica como “novela dialogada” (Género de la Celestina, web).. Maria Rosa Lida de Malkiel ( Paolini, web ) prefirió a poner esta obra en la clase terenciana que según la cita de Paolini afirma que, “Todo examen de La Celestina confirma esta conclusion: la comedia romana y en especial la de Terencio ha sido el modelo – directo e indirecto – para un gran número de resortes técnicos, tales como ciertos tipos de acotación, diálogo, monólogo, aparte, ironia…”. Frente a tantas controversias y polémicas, la categorización del género específicamente parece a ser insuperable.

6. El tema

El tema básico de la novela se centra en la idea del amor y aparentemente en lo que respecta al protagonista (Calisto), se piensa como un amor cortés según el diálogo de la primera escena, pero muy temprano el concepto de amor de éste se convierte en el amor carnal revelado por la locura de Calisto en plasmar una muchacha hermosísima e inocente como una rosa. El amor de otras personas como Pármeno-Areúsa, Sempronio-Elicia se basan sobre la obsesión de la sensualidad, la lujuria yla concupiscencia, la codicia y la muerte. Entre otros temas, la exposición de la práctica desenfrenada de la hechicería y magia de la celestina, que ampliamente da testigo al hecho que la ola recién de las ideas renacentistas todavía no podría deshacerse con las fes de superstición. 7. Análisis de las muertes Parece que no puede existir cualquier controversia en lo que se ha afirmado por Luis González Fernández: “Editores y críticas de la no han podido sino constatar que se alude en el texto con bastante antelación a algunas de las muertes, empleando hábilmente los autores de La Celestina el recurso de la ironía dramática » y también añade « El texto entero de La Celestina está sembrado de frases, decires, sentencias y palabras sueltas que forman un rico tejido de alusiones a la muerte” (1, 3). La obra es una parodia de amor cortés pero desde el principio, es decir que el protagonista Calisto es un intruso que no respeta las costumbres y las normas del amor cortés. La costumbre exige al amante a pasar por varias fases para capturar el corazón de la mujer para ganar finalmente el beso y galardón de la dama y el concepto se basa en la forma noble y sincera y caballeresca. Los amantes pueden ser cazadores con halcones según las costumbres de la entonces sociedad cuando la caza fue un símbolo del amor y fue categorizado en dos clases, (a) Buena caza, que dirige a la felicidad al fin y (b) la mala caza que allana el camino a la muerte que resulta cuando el cazador es mal preparado y tiene la obsesión de una mala intención que le dirija a la muerte. En este sentido, el autor ha dibujado el protagonista como un intruso en el huerto de Melibea en busca de su halcón pérdida que es un símbolo de la muerte y así Rojas ha inculcado el signo de la muerte en el primer escenario. Las lamentaciones de Calisto en un trance de delirios como “¿Yo? Melibea soy. A Melibea adoro, en Melibea creo y a Melibea amo […] ¿Mujer? ¡Dios, Dios!,” que apunta a un total hundimiento del protagonista en una obsesión sensual de la mujer deseada. Los matices de lengua refinado y humor amalgamado con sátira crea un ambiente de la muerte psicológicamente de Calisto. (Rojas 12) Rojas ha aludido a la muerte a través del diálogo de Calisto y Sempronio por la lamentación de aquél cuando dice después de ser rechazado por Melibea: “¡Oh bienaventurada muerte aquella que deseada a los afligidos viene!” y tras ser aburrido, montado en cólera por las sátiras de Pármeno (su criado), desahoga sus aflicciones de su corazón, “No me hables, si no, quizá ante del tiempo, de mi rabiosa muerte mis manos causarán tu arrebatado fin”. (Rojas 16) La Celestina. La primera muerte física ocurre con el asesinato de Celestina en su casa puñalada por los criados de Calisto, es decir por Sempronio y Pármeno que ya había entrado en un contrato con la alcahueta en saquear la riqueza de su amo. Durante su primera reunión con Melibea, en sus esfuerzos de convencerla a recurrir el camino de “Carpe Diem” (un rasgo del estilo renacentista) para que ésta se incline a la llamada de amor de un hombre, obviamente a crear una titilación de sensualidad o deseo carnal, dice la gran Celestina (Rojas 32). “¡Qué dulce tu juventud! Disfruta de sus placeres porque luego llaga la vejez y todo se acaba. En la vejez se reúnen todas las enfermedades. Recuerdos los tiempos pasados y siempre te entristeces. La única amiga que queda es la muerte.” El autor como un mago de palabras ha proyectado una amalgamación de los tópicos literarios sacado de la filosofía antigua greco-latina, como Carpe Diem y Tempus Fugit, insertando el espíritu de la tendencia renacentista, crea un tejido de alusión a la muerte como el último destino, sin saber que su propia vida tiene muy breve período de sobrevivir y jugar con sus oficios basados en engaño y embuste. El autor, en curso del diálogo ha propulsado un muy realístico enfoque hacia el verdadero pensamiento sobre el dolor de la vejez por las frases puestas en la boca de Celestina, “La vida de un viejo rico es peor. Cada rico tiene una docena de hijos y nietos que rezan a Dios para que muera. No ven la hora de tener lo suyo entre sus manos.”(Rojas 32). Esta frase de profundísimo significado sugiere lo insoslayable de cada persona en actual mundo también y probablemente una insinuación del inminente fin de su vida bajo una circunstancia despiadada y cruente. El diálogo de Celestina con Sempronio un poco después de convencer Melibea, dirige los eventos de la obra a la defunción de la primera cuando ella le asegura que va darle una “partecilla del provecho” que despierte la ira de Sempronio y en aparte sigue hablando, “¡Oh vieja codiciosa y llena de mal ¡También quiere engañarme como a Calisto! Pues quien con modo torpe sube alto, más fácilmente cae. Es una vieja falsa; el diablo me metió con ella. Sería más seguro huir de esta venenosa víbora. Mía fue la culpa. Pero ganaré lo que prometió’ (Rojas 38). Este soliloquio de Sempronio manifiesta que sería un ser muy vengativo si la “víbora” tratara de rechazar a darle su parte de ganancia. El autor ha expuesto la motivación de venganza diabólica de la persona que está en colusión con ella para lograr una causa común mediante medios de falsedad que es el motivo eterno y perpetuo de los que nunca vacilar a ganar riqueza por las malas. Lo que deriva de los diálogos de estas personas, la Celestina, Sempronio y Pármeno, que el regalo no es un galardón concedido por Calisto, sino un botín arrebatado de éste por medio te trucos a los que el llamado héroe de esta novela dialogada es muy susceptible a ser atrapado debido a los tormentos del amor carnal. Así la común pelea que ocurre entre los delincuentes e intrigante sobre el reparto del botín se convierte la causa de la muerte de la Celestina. Se puede concluir que esta muerte es la insoslayable consecuencia sobre la rivalidad impulsada por la codicia y avaricia a las que los perpetradores siempre caen víctimas desde el aura de la civilización humana como un fenómeno eterno. La segunda y tercera muerte física coinciden con la decapitación de Sempronio y Pármeno, los culpables de matar la Celestina durante la disputa sobre la repartición de las ganancias regaladas por Calisto. El auguro de la muerte de Sempronio probablemente se haya pregonado cuando llega a la casa de Celestina, un prostíbulo para efectos prácticos, Elicia, la supuesta amante de éste, finge el dolor de la separación por un largo período del tiempo, diciendo con falsa ira, “¡Maldito seas! ¡Que tus enemigos te maten! Hace tres días que no has venido a verme.”(Rojas 15). Es muy aparente que el autor ha señalado a cierto augurio malo aunque expresado en el sentido de humor que en la eventualidad resultó en una broma cruel dentro de tres días. Sempronio no es un hombre tonto que es muy evidente por sus burlas en ridículo lanzado a Calisto durante la manifestación de la inquietud del amor loco en la segunda escena y así no puede ser categorizar como una víctima de circunstancias sino un perpetrador en la intriga con la Celestina en sus diseños de engañar su amo. Calisto promete a dar regalos a Sempronio a cambio de captar la mujer como su amante. En aparte Sempronio dice, “De la burla yo me llevo lo mejor. Si estos regalos me da, se la traeré hasta la cama’. (Rojas14), que ampliamente muestra que este criado no es una joya pura sino un asistente de una “hechicera muy astuta” (Rojas 14), que impelido por la avaricia se implica en una intriga y por último paga el precio de tentación por dinero al golpeo de verdugo junto con su cómplice, Pármeno. Pármeno, el criado más leal a su amo no puede resistir la tentación a la llamada seductora de la Celestina. En sus esfuerzos de huir el lugar del crimen, ellos trataron de escapar por la ventana, y otra vez, el símbolo del concepto de alto-bajo para amor –muerte se brilla en la obra de maestro. La cuarta muerte física es de héroe, Calisto que psicológicamente había muerto por su hundimiento en el abismo de amor loco propulsado por una ardiente tendencia de lujuria y olvidando la vergüenza natural sigue lamentando antes su criado que lo hacen un objeto de ridículo para su locura del amor, particularmente Sempronio. En la segunda escena Calisto, afligido por el dolor de la obsesión de la hermosura de Melibea, lamenta ante Sempronio, “¡Oh bienaventurada muerte! ¡Libera a los que sufren! Esta declaración en apóstrofe manifiesta el inmenso dolor y quizá dirija a lo imprescindible que es el destino eterno, es decir, la muerte. Este intenso deseo carnal sin el propósito de matrimonio no conduce a una vida de serenidad que va a provocar constantemente para recurrir a través de una vía sea mala o sea buena. En la escena sexta, cuando la celestina llama a su puerta con el propósito de ayudarle, Pármeno le avisa acerca de los oficios vicios de la alcahueta con un bueno aconsejo: “Que el amor no te haga sordo, ni la esperanza te ciegue” (Rojas 18). Esta frase simbólicamente es un pregón de algo muy diabólica que espera su amo, Su conocimiento de los antecedentes de Celestina podía visualizar un peligro ominoso que va devorar su amo Calisto, y más tarde, en la primera escena de Acto II, al ser reprochado por Calisto para exhortar su persuasión de desistir éste a seguir el camino de Celestina, le avisa otra vez, “Sempronio aviva tu amor hasta llevarte a la sepultura” (Rojas 24). La serie de avisos pronosticados por Pármeno emite una señal de un suceso siniestro se le embosca a su amo. Pármeno básicamente un hombre leal y bienqueriente de su amo, al escoltar Calisto a la casa de Melibea, espera el regreso de su amo, pero su corazón sacude de miedo de un peligro debido a su participación en un acto de adulterio y dice a Sempronio, “Ninguno podrá negar lo que por sí se muestra. Manifiesto es que, con vergüenza al uno del otro por no ser odiosamente acusado de cobarde, esperamos aquí la muerte con nuestro amo, no siendo más del merecedor…” (Rojas 138) En este contexto, estoy acuerdo con Luis González Fernández que en su artículo El verbo hecho carne: la muerte y la locura de Calisto y algunas muertes más había dicho, “Debido a la cobardía del criado y el impulso que así recibe Calisto para proseguir con su loco amor, el amo da un paso más hacia su desgracia final muy cerca del lugar donde encontrará la muerte y desde donde otros criados, muertos ya los presentes, le llevarán, efectivamente, muerto a casa”. El narrador omnisciente pregona lo insoslayable para todos ellos que va a ocurrir dentro de un poco tiempo. La muerte de los criados ocurrió el día siguiente para asesinar Celestina sobre el reparto de galardón. No sólo esta predicción llega a ser uno de los sucesos verdaderos, de un poco tiempo de un mes, Calisto perdió su vida mientras tratando bajar del muro apresuradamente al oír un alboroto creado por algunos en connivencia con Areúsa y Elicia que querían matar a Calisto por haber sido la causa de la muerte de Pármeno y Sempronio que eran los amantes de ellas respectivamente. La muerte de Calisto también se relaciona con el concepto de la entonces época que vinculaba subir o alto con el amor y bajo con la muerte y el autor ha ajustado el fin de la vida de Calisto a esta convención reflejando lo que pudiera ocurrir en aquella época en conducir las expediciones ocultas y prohibidas sumidas en los actos de lujuria y lascivia. La quinta a la vez la última muerte pertenece a la defunción de Melibea, una muchacha de una familia más avanzada en cultura y costumbres sociales, y se creció como una dama que respeta las normas de códices de lo bueno y malo y por lo tanto no quería la propuesta del amor de Calisto en la primera reunión de ellos cuando éste era un intruso en el huerto de aquella. Dice Javier Tejada Pérez que en la entera novela hay una relación amor-muerte que se ha puesto de relieve en los susodichos párrafos “RELACION AMOR-MUERTE EN LA CELESTINA” (1). Todos los personajes salvo la Celestina tienen una relación amorosa con una mujer, sea mala o sea buena. Según las costumbres de aquella época es una buena dama y es bien protegida y nunca se va de la casa menos que tiene que asistir la misa. Una mujer de tan inocencia fue hipnotizada por los trucos de mágica de la Celestina y su odio hacia amor fuera del nexo de matrimonio se convirtió en un fuego carnal e instantemente su corazón se llenó con un ardiente amor. El autor en este momento de la hechicería exitosa de la alcahuete ha señalado como la avanza al camino de la muerte porque el autor nunca ha mostrado cualquier interés de Calisto para entrar en el nexo de matrimonio con Melibea, sino había ejemplificado la ardiente pasión del protagonista para mitigar sus deseos de lujuria utilizando el amor genuino de Melibea y por eso con el motivo de demostrar la manifestación de su profundo amor se suicidó después de la muerte repentina e inesperada. También su declaración final de la arriba de la torre de su casa es una confesión de la pérdida de su virginidad y esta degradación de sus valores morales bajo la provocación de la Celestina y el llamado novio loco, Calisto, probablemente le hubiera impulsado a elegir la muerte para deshacerse con humillación futura. Las muertes de ambos de protagonistas ocurren por la caída de lugares altos y verticales señalando el cumplimiento del concepto de “Alto-bajo” para indicar los estados del amor y de la muerte transmitiendo la advertencia al lector sobre la eventualidad de amor lujurioso, vicioso y contra-opuesta a las normas de la sociedad y realizado por los amados en una manera oculta, escondida y prohibida, dirige a una consecuencia fatal. Es necesario mencionar que hay una abundancia de las figuras retóricas a través la obra. La más frecuente es la exageración o hipérbole, como, ¡Oh bienaventurada muerte! ¡Libera a los que sufren! (Rojas 10), El autor también crea el entorno satírico para mostrar la locura del protagonista en el que la lascivia ha surgido como un inaguantable deseo. En el segundo acto (primera escena), Calisto le dice a Sempronio que ha dado cien monedas a Celestina y le pregunta, “¿Hice bien? En la respuesta Sempronio dice, “¡Qué glorioso es el dar! ¡Qué miserable es el recibir! (Rojas 23). La obra abunda en este tipo de amalgamación de ironía, paradoja y retórica para reflejar las mentalidades de los personajes. Entre muchos otras figuras, se presenta aquí una qué brilla como el relámpago en señalar la insinuación de la muerte, cuando Pármeno le dice a Calisto,”Sempronio aviva tu amor hasa llevarte a la sepultura”. (Rojas 24) y antes de concluir sobre la tontería y la locura de Calisto, otra vez reitera entregado una única metáfora, “A río revuelto ganancia de pescadores’ (Rojas 25). 9. Conclusión Al fin y al cabo, la obra parece a ser una novela dialogada moralizante. El autor ha sido capaz de enfatizar la hipocresía de la entonces sociedad cuando la abundancia de la lujuria en los estratos altos de la sociedad es palpable a la que Rojas ha dado un golpe fuerte para que la nueve generación pudiera marchar en concordancia con los vendavales del renacimiento. Rojas con su genio de abordar a todas clases de la sociedad ha mostrado elementos trágicos y cómicos y uso tanto de la lengua culta como la lengua vulgar. La obra es un precursor en la primera etapa del renacimiento en delinear y exponer la faz oscura de la sociedad en la entonces España poniendo de relieve que los autores de vicios invitan la auto destrucción o la muerte de ellos.

 

Bibliografía:
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© Sukanta Kumar Chattopadhyay, alumno de posgrado en la literatura española en la Universidad Nehru (Jawaharlal Nehru University) de Nueva Delhi, IndiaAnteriormente enseñaba la ciencia de materiales en uno de los institutos de tecnología de la India y después de su jubilación se dedica a aprender e investigar la literatura española.

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