í n d i c e  d e l  n ú m e r o

 

Los conversos
Francisco Daniel Medina

 

I Premio de poesía La Bolsa de Pipas    
Palma de Mallorca, Sloper, 2017

 


por Álvaro Muñoz Robledano

Hay que asumir riesgos. Si no, no vale la pena intentarlo a estas alturas. Me refiero, claro está, a la escritura y a la lectura, su reflejo imprescindible. Confusos tiempos estos que nos han tocado en que los instrumentos de comunicación han cambiado radicalmente y con ellos (hola, mister Mc Luhan) la ideología que sostienen y de la que se sustentan. Cuando decimos “relato” o “poema”, corremos el peligro de nombrar lo irreal, casi lo inexistente, meros vestigios de una construcción ya derrumbada. Lo que supusieron poemas y relatos en nuestro imaginario ha de ser sometido a una crítica exhaustiva, desde fuera, sin las implicaciones sentimentales que lo salven a cambio de una agonía. Por supuesto que seguimos escribiendo y leyendo, pero la incidencia de los textos aceptados es la de un grano de sal en un tanque de agua.

Hay que asumir riesgos, empezare a considerar como propios los textos que tachamos de inaceptables; hay que desentenderse de los géneros y de las nociones rítmicas o prosódicas. No podemos buscar trajes nuevos cuando lo que ha cambiado, esta vez sí, es la ceremonia.

Los conversos es riesgo. Un largo poema multiforme que renuncia a los principios de la organización textual al tiempo que los sostiene en un choque dialéctico por el que se mueven personajes (el ¿autor?, Brigit, Prosa…) que se preguntan sobre la licitud de generar un poema, de intervenir en su transcurso, de hacer propio lo que, hasta ahora, hemos decidido que es lo poético. Francisco Daniel Medina se ha unido a un debate tan incómodo que, aunque pueda parecer lo contrario, permanece escondido al fondo del cajón, bajo los papeles viejos, donde nadie lo encuentre: qué es lo formal y qué lo vital; si pueden volver a tener relación, de qué manera y en qué lugar. O, dicho de otro modo, si a la palabra le toca ahora gestionar el silencio.

Y lo ha hecho con el lenguaje de su parte, con recursos estilísticos de sobra, con nervio casi furia, con inteligencia… no basta con tener algo que decir, y lo tiene. Hay que entrar en lo improcedente, editar las máscaras, arrostrar los rostros, fajarse con el espacio en blanco al que parece destinada la literatura hoy en día. Vaya si lo ha hecho, y de qué manera.

No hay aquí respuestas. Nadie en su sano juicio las pedirá.

 

© A.M.R.

 

©Alvaro Muñoz Robledano Nació en Madrid en 1965. Se licenció en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado los libros: “Fotografías junto al pecio” (Málaga 1991), “Hoteles” (Madrid 1996), “Cuartel de Invierno” (Madrid 2000), "Salvoconductos" (2006) ganador del III Premio Café MOn. Colaborador de ariadna-rc desde sus comienzos donde ha publicado su "Breve historia de la lucha de clases" (2003) y "Notas para un tratado de botánica de la oscuridad" (2007) junto a Pedro Díaz Del Castillo.

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