No es la primera vez que Fernández Mallo se coloca a sí mismo en el centro de un experimento cuyas condiciones ambientales han sido férreamente controladas. Puede el lector recordar la proyección constante que dio lugar a Joan Fontaine Odisea o, más cercano a la costumbre, sus escritos en blog durante su viaje a Estados Unidos. En esta ocasión, la descripción de las condiciones previas, imprescindibles para atestiguar la validez del experimento, sitúan a Fernández Mallo lejos de cualquier intervención directa de un hecho cultural ajeno. No hay más contexto para Antibiótico que la escritura del poeta, la retroalimentación consciente con los estadios anteriores de sus poemas, la carga que una proposición teórica suficientemente asentada y explícita puede suponer. Pero Antibiótico no es (tan sólo) una revisión, un inventario actualizado de una manera de escribir; es, por sí mismo, un punto de inflexión para todo aquel que lo abra, si es que reúne ánimo y valor suficientes para aceptar que lo poético no es “algo” (¿texto? ¿suceso? ¿convención?) aislado de la realidad cotidiana, algo reconocible a distancia, incluso cuando no se entra en ello.
No hay una realidad poética; hay una decisión de activar mecanismos inertes en la realidad.
© A.M.R.